-Alfredo Ramírez Bedolla, gobernador de Michoacán, se olvidó de la formalizar El empleo en la primer ciudad más importante en economía, es más ni el SNE trabaja
Redacción/EI
Uruapan, Mich.- Pese al compromiso establecido para potenciar el sector económico en Michoacán, el gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla le está “quedando a deber” a los michoacanos en el tema de la formalización del empleo y la coordinación con el sector empresarial, que como se anunció, serviría para focalizar las inversiones y brindar certeza laboral a las y los trabajadores.
La Secretaría de desarrollo económico (SEDECO) inició su gestión a paso firme, bajo la dirección de Alfredo Anaya Orozco, connotado empresario que maneja el tema y que concretó acciones que, en definitiva, tuvieron un impacto positivo en las expectativas de desarrollo para la entidad; sin embargo, una de las áreas fundamentales se ha visto desprotegida, específicamente en la tercer Ciudad más importante para Michoacán, como lo es Uruapan, que no cuenta desde finales del año pasado con una sede de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, (STyPS), misma que alberga en su estructura al Servicio Nacional de Empleo, (SNE).
En la capital mundial del aguacate, hay explotación laboral, más cuando el grueso de la mano de obra son menores de edad, sin seguridad social, sin el salario justo, y sin que ninguna inspección, se lleve a cabo para garantizar las condiciones generales de trabajo. EL 50 por ciento de las empresas operan al margen de la ley, generando precariedad laboral.
De acuerdo a la Plataforma Data México, que integra, visualiza y distribuye datos públicos, Uruapan cuenta con una población económicamente activa superior a 200 mil personas, en el sector formal e informal; los cuáles, requieren en un alto porcentaje y en forma permanente, servicios de asistencia jurídica gratuita, que desde el pasado Diciembre no se les brinda; los trabajadores desisten de la demanda de sus derechos, o acuden sin acompañamiento ante los tribunales laborales.
Mientras tanto, su titular Juan Pablo Puebla Arévalo, hace derroche de protagonismo ante medios de comunicación y redes sociales, adjudicándose funciones que rebasan su competencia; además de una notable actividad partidista que dista mucho de una institucionalidad que en ese nivel de Gobierno, debería ser obligada, más por un tema de respeto y congruencia, que de competencias.
Es de señalar que entre sus funciones, la STyPS tiene también las de aplicar y vigilar el cumplimiento de las normas relativas a condiciones generales y de seguridad e higiene en los centros de trabajo, y fomentar y apoyar la organización para el trabajo y el autoempleo; Organizar y operar el servicio estatal de empleo, que si bien no ha resuelto en forma contundente el problema del desempleo en ninguna latitud del país, sí brinda un servicio de gestoría, capacitación, promoción y concertación entre el sector patronal y los buscadores de empleo.
