Uruapan, Mich. - Inconcebible que se pierda la sensibilidad y humanismo en plena contingencia sanitaria. El COVID-19 pone a prueba nuestros principios y valores como seres humanos, así como la fuerza y estabilidad de una nación entera, como lo es México.

 

No es posible que mientras hemos dado la mano a extranjeros en crisis, como recién ocurrió con los salvadoreños, a quienes se les dio trabajo temporal, albergue, atención médica, comida y todo tipo de recursos, a nuestros paisanos les cerremos la puerta y los dejemos en el abandono en otros países con riesgos declarados contra su salud.

 

México cuenta con los recursos, tiene un avión presidencial que podría bien traer a nuestros paisanos e implementar el protocolo sanitario anti COVID para descartar contagios.

 

A título personal y sin afán de protagonismo, exhorto a los tres niveles de gobierno, Federal, Estatal e incluso Municipal, a no evadir sus responsabilidades ante la lamentable situación que viven nuestros connacionales, pues debemos priorizar siempre a quienes representamos.

 

Hago un llamado a la unidad y empatía social, a la responsabilidad participando con las medidas de prevención, a no hacer compras de pánico, a fortalecer nuestro comercio local; pues miles de familias dependen de ello. Es momento de mostrar lo grandes que somos, como buenos mexicanos, michoacanos y uruapenses.